martes, 12 de junio de 2012

PARA ELISA...



¿Conocéis la bagatela en la menor compuesta para piano por Ludwing Van Beethoven? Según cuentan algunos, la obra se llama así por una mala traducción derivada de la peculiar caligrafía del compositor y, en realidad, no iría dedicada a Elise, sino a Therese.
Pues bien, sin lugar a dudas en este caso, esta entrada está dedicada en su totalidad a una Elisa que yo conozco.
Elisa es la mamá de Rafa y de Dani, que son los dos niños que me tocaron con su luz inspirándome para escribir Libramentum. Con ella, la expresión de “madre coraje”toma un nuevo significado. Es apasionada, fuerte, entregada y está completamente volcada en ayudar a los demás. Asimismo, tiene todo el valor de quien es capaz de superar todos sus miedos y temores, convirtiéndolos en un arrojo que derrocha a raudales en luchar por su causa: los niños.
No tardaré mucho en hablaros de cómo surgió Libramentvm y de una asociación muy especial que hay en Turis (compuesta por personas dignas de admiración), pero de momento estas líneas quieren ser un homenaje tanto a mi amiga, como a todas esas mamis que luchan contra esas adversas circunstancias por las que ningún niño debería pasar.
Os dejo dos poemas que espero, sinceramente, que os gusten. El primero, habla de esos pequeños momentos de conexión que se dan entre nuestro mundo y ese otro plano diferente, y también de la entrega incondicional de las madres hacía los niños que habitan en el segundo. El otro poema, trata de una evolución personal ante el encuentro con esa situación.
He de confesaros que uno de los dos poemas es mío, y el otro, de nuestro poeta favorito. Os invito a que dejéis comentarios jugando a adivinar de quién es cada uno. La verdad es que vuestra participación en el blog nos anima mucho a continuarlo, porque lo hacemos para vosotros, y si, además, consideráis que alguna de las entradas goza de la calidad suficiente para remitirla a vuestros contactos...¡nosotros encantados!

                                       

En lo que es un instante,
mantuviste mi mirada
y con ímpetu activaste
ese nexo que me atrapa.

Algo te empuja a buscar
otro mundo en que morar
llevándote en tierra cercana
... a una galaxia extraña.

Qué breves esos momentos
en los que conmigo estás,
tan y tan llenos de aliento
... por caminar al compás.

A ti, pequeño, te ofrezco
toda mi pasión y entrega
mi fuerza, lucha y amor,
y hasta una vida entera.

Cada momento que viva,
será sólo para ti y por ti.
Por ese segundo del día...
que logras volver a mí.

                                                                          ***
Ya no me culpo a mi misma,
ni me pregunto porqué,
porqué no contestas, mi niña,
ni respondes a mi ser.

Mi mundo se desmorona
cuál frágil castillo de arena
vencido por una zozobra
que el silencio sobrelleva.

Desde el margen de tu orilla
me observas bañada en llanto
con lágrimas de hiel dañina
que preguntan hasta cuándo.

Un menudo gesto tuyo
... tu mirada distraída
y entonces, al fin, fluyo 
y me siento bendecida.

Y te agradezco sincera
que me mostraras, y ver
el mundo desde tu ladera
tu Inocencia y su poder.




3 comentarios:

  1. Tuve la inmensa suerte de conocer a esas dos gotas de agua y a la la fuente que les dio la vida, y aunque mi camino y los suyos se separaran, siempre recordaré el cruce en el que nos encontramos.
    Gracias Dani, gracias Rafa, gracias... Eli.

    ResponderEliminar
  2. Preciosos los poemas y preciosa la dedicación mientras otros miramos en otra dirección.

    ResponderEliminar
  3. Gracias, gracias y otra vez gracias, porque conocer a gente como vosotras, hace que el ser persona sea un orgullo.

    ResponderEliminar