miércoles, 23 de marzo de 2016

CICATRIZ. JUAN GÓMEZ- JURADO



De todos mis escritores favoritos, el que sin duda destaca por saber enamorar con sus personajes es Juan Gómez-Jurado. Cada uno de sus libros es diferente a los demás y en cuanto a su forma de narrar, lo cierto es que es un maestro alterando el ritmo cardiaco desde el primer capítulo. Pero, lo que en mi opinión lo distingue (por si lo anterior fuera poco), es el tratamiento que hace de los protagonistas. No sé cómo lo consigue (ojalá lo supiera para intentarlo yo también)pero los acerca al lector como ningún otro, hasta el punto de “echar de menos algo” cuando terminas el libro.
Es el caso de Cicatriz, y de Simon Sax, un informático tremendamente inteligente pero que también está terriblemente solo. ¿Os imagináis ser capaces de crear un algoritmo que dejara patidifuso a un tiburón del universo informático tipo Steve Jobs? Difícil, vale, pues a ver esto… ¿y a una persona para la que el logro anterior, cifra millonaria incluida, en el fondo de los fondos, pesara menos que el tener a su lado a alguien con quien compartir su vida? (como para no encariñarse con él).
Pues, como les pasa a algunas personas de inteligencia desmedida, parece que la contrapartida que equilibra el talento de Simon es su déficit de habilidades sociales, cosa que le hará recurrir a una web de contactos para encontrar a la que se convertirá en su novia, Irina, y a la que iremos descubriendo por capas,y de la mano de aquel, según avance la trama. ¿Qué ocultará su misteriosa cicatriz? ¿Será un error no preguntar cómo se la hizo? ¿Y si crees que has encontrado a tu media naranja y resulta que va aderezada con un toque de vodka, o con un mucho de mafiya?
Tan sólo he esbozado pinceladas de todo lo que esconde la trama del libro, porque por mucho que dijera siempre me quedaría corta. Lo único malo de leerlo, es que ya no puedes volver a hacerlo por primera vez, así que, a mí, sólo me queda rogar para que hagan la peli (hasta había pensado en Vince Vaughn como protagonista), mientras me dedico a leer otro del mismo autor, El Paciente.
No os arrepentiréis de elegir cualquiera de los libros de Juan Gómez-Jurado. Habrá que abrir un debate a ver cuál de todos nos gusta más.
Como siempre, feliz lectura.

viernes, 11 de marzo de 2016

EL CASO EDEN BELLWETHER. BENJAMIN WOOD.

Desde que Orfeo con su lira convenciera al dios de los infiernos para que dejara salir a Perséfone al mundo de los vivos, se dice aquello de que la música amansa a las fieras. Y en realidad, ¿quién no se ha sentido más relajado o más en paz mientras escuchaba una composición, o más activo y dinámico con según que obras?
¿Se podría decir, pues, que las melodías nos provocan sentimientos o que influyen en nuestros estados de ánimo?, ¿que son capaces de “manipularnos” y ponernos melancólicos o alegres, volvernos activos o dejarnos más tranquilos?
Dándole una vuelta más a la tuerca, ¿podrían provocarnos tal bienestar que llegase a curar nuestras dolencias o enfermedades?
Y ya rizando el rizo, ¿podría alguien dotado de una mente sin par, componer premeditadamente las melodías de forma que provocara que los demás al escucharlas se sintieran de una determinada forma o se comportaran de una manera concreta?
Este es el caso de Eden Bellwether, una de las novelas revelación de esta temporada que ha cosechado varios premios, con una intrigante trama que no desvela la luz hasta el final y unos personajes hábilmente perfilados, entre los que encontramos al mencionado, como un joven brillante y carismático, pero también aquejado de un importante TNP (trastorno narcisista de personalidad), que está convencido de poder curar mediante la música y la hipnosis.
En la parte diametralmente opuesta, hallamos a Óscar Lowe, que al enamorarse de Iris Bellwether(hermana de Eden y conejillo de indias de aquel desde la más tierna infancia) es introducido en el círculo de amigos de ambos. Exclusivo círculo de los estudiantes de Cambridge, pertenecientes todos ellos a familias ricas muy diferentes a los humildes orígenes de Óscar.
Si os decidís por este libro, encontraréis que la forma en que está escrito se aleja de ese cliché que tanto abunda ahora, y que deja la sensación de estar siempre leyendo la misma novela o al mismo autor.
Como siempre, feliz lectura.