jueves, 15 de septiembre de 2016

HISTORIA DE UN CANALLA. JULIA NAVARRO

No soy fan incondicional de Julia Navarro. De hecho, algunos de los personajes de sus libros me caen bastante mal, como Samuel en Dispara, yo ya estoy muerto. Además, en la mayoría de sus protagonistas masculinos la sigo notando a ella detrás, lo cual es bastante incomodo.
Sin embargo, no me ha pasado ninguna de estas cosas al leer Historia de un canalla que, en mi opinión, es el mejor libro que ha escrito hasta la fecha. Para empezar, me parece de lo más original concebir que un malo sea el protagonista de la novela y también sorprendente que, siendo así de malvado desde el principio, no consigas desligarte de su lectura hasta el final.
Parece que la reacción inicial debería de ser: oye, eres un malo, no me importa lo que te pase, así que no te leo más; pero, no, resulta que ocurre todo lo contrario. Thomas Spencer engancha al lector, como si fuera una más de sus víctimas, y no lo suelta hasta el final. El libro está escrito en primera persona, es decir, narrado por el propio malo, lo cual es un recurso que imprime cercanía con el lector que, por otra parte, no se identifica en ningún momento con él, porque ninguno de nosotros nos consideramos malos a nosotros mismos…¡faltaría más!
Así que, por un lado te sientes cercano, por el otro lejano y como consecuencia de aún no sé que, no puedes dejar de leer todo lo que le va pasando a Thomas a lo largo de su vida.
¿Y cómo es una persona mala? Porque la lectura de esta novela también hace reflexionar. ¿Se puede sentir solo o dolido alguien que es más malo que Caín? ¿Pueden querer a otras personas los malos? Y en ese caso, ¿las quieren bien (como el voglio bene de los italianos), o sólo como posesión?
Y desde el punto de vista de los otros, ¿se puede querer a un malo aún habiéndolo reconocido como tal? ¿Qué motivos puede haber para impedir cortar cualquier lazo con alguien malvado? ¿Por qué se aguanta a un canalla?
El libro es extenso pero acaba en su justo punto. Cien páginas más hubiesen dejado sabor a más de lo mismo, pero así consiguen transmitir al lector la opresión vivida por las víctimas de Thomas que, aún queriendo, no pueden librarse de él.
Mi reflexión final es para la autora. ¿Cómo aguanta un escritor el peso de un personaje así durante todo el tiempo de la preparación de la novela?... puede que la respuesta la encontremos al final del libro.
Como siempre, feliz lectura.

miércoles, 23 de marzo de 2016

CICATRIZ. JUAN GÓMEZ- JURADO



De todos mis escritores favoritos, el que sin duda destaca por saber enamorar con sus personajes es Juan Gómez-Jurado. Cada uno de sus libros es diferente a los demás y en cuanto a su forma de narrar, lo cierto es que es un maestro alterando el ritmo cardiaco desde el primer capítulo. Pero, lo que en mi opinión lo distingue (por si lo anterior fuera poco), es el tratamiento que hace de los protagonistas. No sé cómo lo consigue (ojalá lo supiera para intentarlo yo también)pero los acerca al lector como ningún otro, hasta el punto de “echar de menos algo” cuando terminas el libro.
Es el caso de Cicatriz, y de Simon Sax, un informático tremendamente inteligente pero que también está terriblemente solo. ¿Os imagináis ser capaces de crear un algoritmo que dejara patidifuso a un tiburón del universo informático tipo Steve Jobs? Difícil, vale, pues a ver esto… ¿y a una persona para la que el logro anterior, cifra millonaria incluida, en el fondo de los fondos, pesara menos que el tener a su lado a alguien con quien compartir su vida? (como para no encariñarse con él).
Pues, como les pasa a algunas personas de inteligencia desmedida, parece que la contrapartida que equilibra el talento de Simon es su déficit de habilidades sociales, cosa que le hará recurrir a una web de contactos para encontrar a la que se convertirá en su novia, Irina, y a la que iremos descubriendo por capas,y de la mano de aquel, según avance la trama. ¿Qué ocultará su misteriosa cicatriz? ¿Será un error no preguntar cómo se la hizo? ¿Y si crees que has encontrado a tu media naranja y resulta que va aderezada con un toque de vodka, o con un mucho de mafiya?
Tan sólo he esbozado pinceladas de todo lo que esconde la trama del libro, porque por mucho que dijera siempre me quedaría corta. Lo único malo de leerlo, es que ya no puedes volver a hacerlo por primera vez, así que, a mí, sólo me queda rogar para que hagan la peli (hasta había pensado en Vince Vaughn como protagonista), mientras me dedico a leer otro del mismo autor, El Paciente.
No os arrepentiréis de elegir cualquiera de los libros de Juan Gómez-Jurado. Habrá que abrir un debate a ver cuál de todos nos gusta más.
Como siempre, feliz lectura.

viernes, 11 de marzo de 2016

EL CASO EDEN BELLWETHER. BENJAMIN WOOD.

Desde que Orfeo con su lira convenciera al dios de los infiernos para que dejara salir a Perséfone al mundo de los vivos, se dice aquello de que la música amansa a las fieras. Y en realidad, ¿quién no se ha sentido más relajado o más en paz mientras escuchaba una composición, o más activo y dinámico con según que obras?
¿Se podría decir, pues, que las melodías nos provocan sentimientos o que influyen en nuestros estados de ánimo?, ¿que son capaces de “manipularnos” y ponernos melancólicos o alegres, volvernos activos o dejarnos más tranquilos?
Dándole una vuelta más a la tuerca, ¿podrían provocarnos tal bienestar que llegase a curar nuestras dolencias o enfermedades?
Y ya rizando el rizo, ¿podría alguien dotado de una mente sin par, componer premeditadamente las melodías de forma que provocara que los demás al escucharlas se sintieran de una determinada forma o se comportaran de una manera concreta?
Este es el caso de Eden Bellwether, una de las novelas revelación de esta temporada que ha cosechado varios premios, con una intrigante trama que no desvela la luz hasta el final y unos personajes hábilmente perfilados, entre los que encontramos al mencionado, como un joven brillante y carismático, pero también aquejado de un importante TNP (trastorno narcisista de personalidad), que está convencido de poder curar mediante la música y la hipnosis.
En la parte diametralmente opuesta, hallamos a Óscar Lowe, que al enamorarse de Iris Bellwether(hermana de Eden y conejillo de indias de aquel desde la más tierna infancia) es introducido en el círculo de amigos de ambos. Exclusivo círculo de los estudiantes de Cambridge, pertenecientes todos ellos a familias ricas muy diferentes a los humildes orígenes de Óscar.
Si os decidís por este libro, encontraréis que la forma en que está escrito se aleja de ese cliché que tanto abunda ahora, y que deja la sensación de estar siempre leyendo la misma novela o al mismo autor.
Como siempre, feliz lectura.

miércoles, 24 de febrero de 2016

EDUARDO MENDOZA. EL SECRETO DE LA MODELO EXTRAVIADA.

El secreto de la modelo extraviada es la quinta misión a la que debe enfrentarse el investigador más estrafalario y disparatado de todo el panorama detectivesco. Loco, apasionado de las pepsicolas, a veces peluquero, otras repartidor de comida china o, como en la última entrega, entusiasta del footing. Sé que sabéis de quien hablo, aunque ahora mismo no os venga su nombre a la cabeza. ¿Era Sugrañes, o tal vez Asmarats? …
En esta nueva aventura un incidente le hará viajar al pasado, pero que quede claro viajar al pasado con la memoria, pues como ha manifestado en múltiples ocasiones él no está loco, para revivir un feo asunto en el que se vio envuelto cuando le culparon del asesinato de una modelo. Esto hará que la trama se desarrolle en dos líneas temporales. La primera mitad, tras la muerte de Franco, con los personajes ilusionados con un futuro de progreso y modernidad, la segunda, cuarenta años después, con Barcelona convertida en una de las ciudades más prestigiosas del mundo pero paradójicamente albergando a unos personajes desencantados, bien por esa evolución, bien por su propia edad.
Aparecerán los protagonistas habituales y algunos más (la señorita Westinghouse es tronchante) para retratar un tiempo y una sociedad de una forma humorística, aunque con un fondo muy serio.
El narrador, que como siempre es el propio detective con su lenguaje culto y lleno de florituras, pero a la vez plagado de expresiones de gran vulgaridad, hará desfilar en su historia a matones, policías a la antigua usanza, contables que ocultan capitales, especuladores y corruptos varios, en una trama que no tiene desperdicio.
En palabras del propio autor, lo que le gusta es romper cualquier tentación de lectura en clave de realismo, y en palabras de la que suscribe, hay que ser un genio para escribir como Mendoza.
¡Feliz lectura!

miércoles, 30 de diciembre de 2015

JOSEPH RUDYARD KIPLING…tal día como hoy.

“… A través de las tinieblas de la noche, de la cálida noche, corred conmigo velozmente, hermanos míos. Dejaremos atrás las luces de la aldea e iremos hacia el sitio desde donde alumbra la luna, que está baja.
Aguas del Waingunga, la manada de los hombres me ha arrojado de su seno. Ningún daño les hice; pero me tenían miedo. ¿Por qué?
Manada de los lobos, también tú me has arrojado de tu seno. La selva se ha cerrado para mí, y cerradas están también las puertas de la aldea. ¿Por qué?
Como Mang vuela entre las fieras y los pájaros, así vuelo yo entre la aldea y la selva. ¿Por qué?
Bailo sobre la piel de Shere Khan, pero mi corazón está triste. Herida, desgarrada tengo mi boca como las piedras que me arrojaron desde la aldea, pero estoy alegre por haber vuelto a la selva. ¿Por qué?
Luchan en mí ambos sentimientos como luchan dos serpientes en la primavera. Brota el llanto de mis ojos, y, sin embargo, río mientras él va corriendo. ¿Por qué?
Hay en mí dos Mowglis; pero la piel de Shere Khan está bajo mis pies. Toda la selva sabe que he dado muerte a Shere Khan. ¡Mirad! ¡Mirad bien, lobos! ¡Ahae! Siento el corazón oprimido por todas las cosas que no llego a entender. "

Tal día como hoy de hace 150 años nacía en Bombay el autor del Libro de la Selva.
Poco amigo de premios y distinciones, que rechazó en varias ocasiones, fue galardonado, sin embargo, con el Premio Nobel de Literatura en 1907. La academia sueca quiso rendir homenaje a la literatura de Inglaterra, refiriéndose al autor como el mayor genio en el reino de la narrativa que el país había producido en aquellos tiempos.
Su obra es extensísima, y seguro que haciendo memoria recordamos a un Spencer Tracy haciendo de Manuel Fidello (actuación que le supuso un Óscar, por cierto) en la película de Capitanes Intrépidos, que fue la adaptación al cine de su novela Capitanes Valientes.
¡Feliz Lectura!




miércoles, 23 de diciembre de 2015

NAVIDAD CON DICKENS... PERO SIN EBENEZER SCROOGE


«Era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos, la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; la era de la luz y de las tinieblas; la primavera de la esperanza y el invierno de la desesperación. Todo lo poseíamos, pero no teníamos nada; caminábamos en derechura al cielo y nos extraviábamos por el camino opuesto. En una palabra, aquella época era tan parecida a la actual, que nuestras más notables autoridades insisten en que, tanto en lo que se refiere al bien como al mal, sólo es aceptable la comparación en grado superlativo.»


Historia de dos ciudades es una novela de Charles Dickens publicada en 1859, que narra la vida en el siglo XVIII durante la época de la Revolución Francesa, y es por ello que se considera diferente a las demás que escribió, protagonizadas por niños o adolescentes y que muestran una intención de reprimenda o denuncia de la sociedad británica de la época
La trama se desarrolla en las ciudades de Londres y París. La primera como símbolo de tranquilidad y paz, de vida sencilla y ordenada. La segunda representando el desafío, la agitación y el caos.
En su estructura se podrían diferenciar tres partes:
En la primera, ambientada en Francia en el año 1775, Lucie Manette consigue reencontrarse con su padre, al que creía muerto, gracias a la intermediación de un banquero y antiguo empleado de aquel llamado Jarvis Lorry. Tras haber pasado recluido y olvidado 18 años en la prisión de la Bastilla(a causa de la familia Ebremont), consigue llevarlo a vivir a Inglaterra.
En la segunda, acontece el juicio del noble frances Charles Darnay, acusado de espionaje, que finalmente es declarado inocente (defendido por el abogado Sidney Carton, antiguo pretendiente de Lucie, con fama de borracho, que aún sigue enamorado de ella) y contrae matrimonio meses después con Lucie. El día de la boda, aquel le confesará a su suegro que es el último descendiente de la familia Ebremont.
En la víspera de la boda, el abogado Carton promete a Lucie, sabiendo que su corazón pertenece a Charles, que dará su vida por ella, o por alguien a quien ella ame, haciéndole prometer que lo recordará como el hombre bueno y digno que alguna vez fue.
En la tercera, Darnay debe ir a París para salvar a uno de sus servidores que ha sido injustamente acusado. Pero al llegar a París es tomado prisionero, encarcelado y condenado a guillotina. El final de la historia irá de la mano de la estrategia del abogado Carton, que se intercambiará por él tras dejarlo inconsciente e intercambiar sus ropas…
Elegir a Dickens es una apuesta segura, así que como siempre,
¡Feliz lectura!

martes, 15 de diciembre de 2015

FEDERICO GARCÍA LORCA-BODAS DE SANGRE


...Cisne redondo en el río,
ojo de las catedrales,
alba fingida en las hojas
soy; ¡no podrán escaparse!
¿Quién se oculta? ¿Quién solloza
por la maleza del valle?
La luna deja un cuchillo
abandonado en el aire,
que siendo acecho de plomo
quiere ser dolor de sangre.
¡Dejadme entrar! ¡Vengo helada
por paredes y cristales!
¡Abrid tejados y pechos
donde pueda calentarme!
¡Tengo frío! Mis cenizas
de soñolientos metales
buscan la cresta del fuego
por los montes y las calles.
Pero me lleva la nieve
sobre su espalda de jaspe,
y me anega, dura y fría,
el agua de los estanques.
Pues esta noche tendrán
mis mejillas roja sangre,
y los juncos agrupados
en los anchos pies del aire.
¡No haya sombra ni emboscada.
que no puedan escaparse!
¡Que quiero entrar en un pecho
para poder calentarme!
¡Un corazón para mí!
¡Caliente!, que se derrame
por los montes de mi pecho;
dejadme entrar, ¡ay, dejadme!
No quiero sombras. Mis rayos
han de entrar en todas partes,
y haya en los troncos oscuros
un rumor de claridades,
para que esta noche tengan
mis mejillas dulce sangre,
y los juncos agrupados
en los anchos pies del aire.
¿Quién se oculta? ¡Afuera digo!
¡No! ¡No podrán escaparse!
Yo haré lucir al caballo
una fiebre de diamante...