Os dejo un relato cuyas bases especificaban que no podía superar las 100 palabras(que cosa tan dificil), y cuyo argumento era la ira.
Como dicen que siempre se puede elegir...yo opté por difuminar esa ira con un mucho de humor. Lo que no se dice tanto, es que cuando se elige se deben aceptar las consecuencias, que en este caso fueron que el relato no fuera premiado pero que yo me lo pasara de lujo.
Aquí os lo dejo, a ver qué os parece.
CONDENADO
La sentencia me condenó a asistir a una terapia para control de la ira. Todavía no entiendo el porqué de tamaña injusticia. En todo momento, contesté a su señoría siguiendo estrictamente las indicaciones de mi abogado, y conservando totalmente la calma y la serenidad. La cosa, créanme, ocurrió tal cual como relato:
—¿Es cierto que usted maltrató, injurió y reprobó a su señora esposa, en el día de autos?
—No, Señoría..., yo lo único que le dije fue: Cariño, por favor, no me tires el aceite hirviendo por el cogote...¡que me resulta muy molesto!
No hay comentarios:
Publicar un comentario